Los propósitos de Año Nuevo, en ocasiones se centran en adoptar hábitos más saludables. La mayoría de las personas ven el comienzo de año como una oportunidad para dejar atrás esas malas costumbres que comprometen el bienestar.
No obstante, como lo explica una investigación publicada a través de la Social Research and Practice, alrededor del 77% de lo que se fijan estos objetivos, tienden a renunciar en menos de un mes.
Las metas irreales, el no establecer propósitos específicos y la aplicación de muchos cambios repentinos suelen incidir en este problema.
De ahí el hecho de que algunos hagan las mismas promesas año tras año, sin llegar realmente a cumplirlas en el tiempo. Pero, ¿es posible romper este bucle?
¿Existe alguna estrategia para hacer cambios reales y no fallar en el intento? Claro que sí, desde Kisitum te ofrecemos algunos de los propósitos saludables que sí puedes cumplir.
Respecto a la alimentación, uno de los objetivos saludables para Año Nuevo es incrementar el consumo de frutas y verduras. La recomendación es garantizar la ingesta de al menos cinco porciones diarias para aprovechar sus nutrientes.
Un consumo óptimo de estos alimentos se relaciona a la disminución del peso corporal y a la prevención de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, la osteoporosis y los problemas respiratorios, entre otros.
Para garantizar su consumo diario, desde Kisitum te ofrecemos una gama de productos de fruta deshidratada con las que te podrás mantener satisfecho hasta el momento de la siguiente comida y consumir fruta a la vez. Algunos de nuestros productos son el mix de frutas tropicales y la fruta deshidratada mixta.
Otra manera fácil de mejorar tu alimentación, sin hacer cambios drásticos en la dieta, es incorporando alimentos integrales. Tanto los granos como las semillas y las nueces contienen nutrientes que contribuyen a incrementar el bienestar físico y mental.
En Kisitum contamos con una amplia gama de productos integrales que puedes incorporar a tu alimentación para que esta sea más saludable, por ejemplo la granola con semillas para acompañar a la leche o al yogur y los snacks para picar entre horas como las barritas de frutas deshidratadas y semillas de calabaza y almendra o las nueces y las semillas cocuy, entre otros.
Reducir al máximo el consumo de alimentos ultraprocesados es clave tanto para conseguir el propósito de tener un peso saludable como para promover el bienestar general.
Un 70% de la composición de nuestro cuerpo es agua. Por ello, este es un elemento fundamental para garantizar el buen funcionamiento de los sistemas principales.
La revista Nutrition Reviews detalla que el agua desempeña un papel importante en la prevención de enfermedades no transmisibles, en la termorregulación y en el rendimiento cognitivo.
Igualmente, interviene en la función gastrointestinal y renal, en la salud de la piel y en el funcionamiento cardíaco.
Posiblemente, uno de los propósitos saludables de Año Nuevo sea perder peso. Por ello, en enero suelen adoptarse varios planes de alimentación que prometen ayudar a bajar varios kilos en cuestión de semanas. Y aunque parece tentador, no es la mejor opción.
“Las dietas milagro” traen consigo consecuencias para la salud. Si bien en un principio parecen dar resultado, luego detonan en ansiedad por comer, deficiencias nutricionales y un aumento de peso incluso superior al que ya se tenía.
Es necesario consultar a un nutricionista para conseguir un plan de alimentación acorde a las características individuales. Generalmente, lo mejor es optar por aquellas dietas que garantizan un aporte óptimo de todos los grupos de micro y macronutrientes. Además de ser variada para facilitar su adherencia.
Prevenir a toda costa el sedentarismo debe ser uno de los objetivos para Año Nuevo. Aunque muchos lo ignoran, la inactividad es uno de los principales detonantes de las enfermedades relacionadas con un mayor riesgo de mortalidad.
Y aunque la adopción de una rutina de ejercicio físico es la manera más eficiente de evitar estos efectos, otras medidas para moverse más también ayudan. Por ejemplo, caminar 15 minutos después del almuerzo; hacer caminatas cortas de 5 minutos cada hora o subir las escaleras en lugar del ascensor.
Algo tan simple como pasar más tiempo al aire libre puede contribuir al bienestar. Una publicación del Health Place concluye que pasar tiempo en ambientes al aire libre, sobre todo en espacios verdes, disminuye el estrés, mejora el estado de ánimo y regula la frecuencia cardíaca.
Por su parte, un estudio reciente compartido en The World Journal of Biological Psychiatry reveló que el tiempo pasado al aire libre tiene efectos positivos a nivel cerebral.
La meditación se ha convertido en uno de los recursos más eficaces y eficientes para disminuir el estrés, la ansiedad, la depresión y otros trastornos del estado de ánimo. De ahí que muchos aconsejen su práctica diaria como hábito para aumentar la sensación de bienestar.
Lo más interesante es que no requiere mucho tiempo de práctica y tampoco experiencia.
Cualquier forma de deporte puede mejorar de manera significativa la salud. No obstante, el entrenamiento con pesas brinda beneficios adicionales que vale la pena aprovechar. Incorporar estos elementos en la rutina diaria de ejercicio, mejora la resistencia física y ayuda a desarrollar el músculo.
Este tipo de entrenamiento resulta útil para disminuir el dolor lumbar y las molestias relacionadas con enfermedades como la artritis y la fibromialgia. A su vez, promueve la salud cardiovascular, previene la diabetes y ayuda en la pérdida de grasa visceral.
¡Esperamos que este artículo te haya servido para darte cuenta de que los propósitos de Año Nuevo si se pueden cumplir!
Desde Kisitum estamos comprometidos con ofrecerte productos para conseguir que tengas una alimentación equilibrada y saludable.
